Se supone que 4 de cada 5 empleados no les gusta lo que hacen y que uno de esos cuatro realmente odia su trabajo. Espero que no seas ese uno que lo odia, pero si estás en el resto de esa mayoría inconforme puedo decirte que no estás solo. No eres el único que entra en un trabajo con grandes expectativas y poco a poco te vas zombificando hasta la pérdida absoluta de motivación.
No solo no estás solo, sino que estás en el mejor momento para cambiar y emprender esa idea que tanto tiempo lleva rondándote la cabeza.
Este es el mejor momento para ser emprendedor y aprovechar las tendencias, estímulos y medios que tienes a mano para hacer algo grande, que te quite el sueño para bien y explotes todo lo que llevas dentro.
El crecimiento creativo va a ser exponencial, y esa explosión va a conectar ideas con personas y marketing con negocios, inspirando y conectando a millones de personas con su propósito de vida.
Aprovecha esta ola y déjate ver demostrando lo que eres capaz de hacer. Nunca antes habías tenido a tu alcance los recursos que hoy. El mundo entero en la palma de tu mano, en un móvil con acceso a miles de millones de personas, de ideas, de proyectos y oportunidades.
Moldea tu futuro sin miedo
En este artículo te quiero contar cómo afrontar esa transición y como prepararte para tu cambio de actividad. Estas son las cuatro principales lecciones que aprenderás al cambiar de carrera:
Cambiar es un proceso natural en tu carrera.
Cuando acabas de estudiar y saltas al mercado laboral sueles experimentar una evolución que te lleva a una serie de cambios inevitables. Esos cambios profesionales van de la mano de tu crecimiento personal y diferentes hitos vitales que suceden en tu vida. Pareja, hijos, salud, padres o cambios de ciudad.
Podríamos dividir tu vida profesional en tres grandes bloques vitales:
- En la etapa inicial de tu carrera valoras más los retos y desafíos a los que te enfrentas por primera vez. Eres imparable, invencible, con esa confianza y seguridad de quien no tiene nada que perder y mucho que aprender, crecer y ganar.
- Sin embargo, conforme pasan los años vas madurando y empiezas a valorar más el equilibro entre tu vida personal y profesional, ese balance es necesario y forma parte de tu crecimiento.
- Por último, al final de tu vida profesional probablemente busques una mayor congruencia entre lo que realmente eres y lo que los demás piensen de ti. Esa congruencia o autenticidad es lo que normalmente valorarás más como seña de tu identidad.
Según pasan tus años profesionales vas detectando esos momentos de transición de etapas, los cuales pueden durar uno o varios años, y durante esos procesos tendrás que superar retos personales de identidad e incluso de ansiedad. Esas transiciones también son una oportunidad para conocerte mejor y explorar límites que desconocías.
Tu identidad. ¿Cuál es tu propósito de vida?
Muchas veces te lanzas al cambio sin reflexionar sobre lo que eres y a dónde quieres ir con tu proyecto de vida. No tienes claro por dónde empezar pero sí sabes que quieres escapar de una situación que no te gusta, sin motivación y sin ilusión, de un trabajo que no te aporta nada ni te interesa.
Ese es justo el momento de repasar tus valores y referencias básicas como persona. Cuál es tu propósito de vida y cómo te gustaría que te recordaran. Tendrás que elegir entre tu congruencia o cumplir las expectativas de otros.
Aprenderás a controlar tus emociones
Durante este proceso de cambio tendrás que gestionar miedos e incertidumbres. Evita que eclipsen tu decisión, simplemente reconoce esas emociones y acéptalas, no luches contra ellas. Son normales en estas transiciones al igual que los estímulos que recibirás de las personas que te rodean. Algunos serán positivos y otros negativos, padres, pareja, amigos. Ármate con tus argumentos y comunica con claridad tu plan.
El recorrido para el cambio
Intenta hacer un recorrido imaginario de tu vida profesional hasta hoy, y trata de visualizar tus próximos años de una forma ideal, dónde te gustaría estar, qué te gustaría hacer y por qué motivo te gustaría ser recordado. Para esta visualización ten en cuenta estos objetivos:
- Conecta tu cambio de carrera con un propósito, ese propósito que hace que te emociones, solo tú lo conoces, descríbelo.
- Define tu identidad. Dicen que el niño es el padre del hombre y la niña es la madre de la mujer. Retrocede en el tiempo. Describe tus orígenes, referencias y valores. Quien eres y porqué eres lo que eres.
- Cuenta con tu familia y amigos, ellos te aportarán el equilibrio que necesitas ayudándote a regular tu pasión e intensidad.
- Sigue tu energía e intereses. Esta es la parte fundamental de tu estrategia. Presta atención a lo que realmente te atrae y excita, lo que te enciende y estimula. No tiene sentido que pierdas el tiempo con lo que te aburre.
- Aprende y estudia sobre lo que te interesa. E incluso pasa al siguiente nivel, escribe sobre ello y alcanza ese estatus de experto que te da el saber más que los demás.
- Conecta con otros que tiene tus mismos intereses, crea comunidad e intercambia información valiosa, no tengas miedo de compartir ideas de forma altruista, créeme que te lo devolverán multiplicado.
- Visualiza tu actividad ideal, digo actividad y no trabajo puesto que con el nivel de disfrute que alcanzarás prácticamente habrás dejado de trabajar para siempre. Descríbelo con todo lujo de detalles. Cómo imaginas que sería tu día a día, el entorno, los compañeros, el ritmo y el ambiente.
Conclusión
Para diseñar tu nueva vida y tu nueva actividad debes valorar lo que realmente te importa y obedece a tus intereses, y por supuesto tener un propósito claro, ese propósito que trasciende lo que puedas ganar o acumular, pues más allá que eso está lo que darás a la sociedad, aportando valor, siendo útil a los demás. Algo muy difícil de cuantificar pero muy gratificante de saborear. Pregúntate cuál es tu propósito de vida, qué se te da bien, qué te apasiona y estimula, y encontrarás el camino de tu nueva carrera, esa actividad que sabes que te hace feliz y te emociona.