“Conócete a ti mismo”, así decía el oráculo de Delfos en el templo dedicado a Apolo en la antigua Grecia. Sócrates dedicó su vida a esa búsqueda del autoconocimiento, y nosotros 2.500 años después seguimos preguntándonos lo mismo.

¿Quién soy?

¿A dónde voy?

¿Cuál es el sentido de mi vida?

Conocer e interpretar a las personas siempre ha estado en el origen de todas nuestras inquietudes. Y en esta sociedad del conocimiento no podía ser menos, nos sigue persiguiendo y va a más.

Estamos sobreestimulados con información que nos satura y nos supera. Tenemos que elegir y eso nos genera ansiedad. ¿Te resulta familiar?

Yo también me identifico con esa sensación de desorientación que probablemente hayas sentido.

A veces necesito parar y desconectar para no volverme loco, y es en esos momentos cuando trato de tomar conciencia de mi realidad, tratando de observarla en silencio y encontrar algo de tranquilidad.

Y es justo en esos momentos de paz cuando me planteo preguntas poderosas de las que me dejan en silencio y pensando cómo responder, y las escribo, pues sobre un papel todo es más poderoso.

Son preguntas que normalmente no me hago en el día a día pero que a veces me ayudan a tocar base con mi identidad, con mi verdadero yo, y es entonces cuando me siento mejor y soy capaz de relativizar todo aquello que realmente no es importante.

Mas adelante te voy a compartir esas preguntas para que tu también te tomes tu tiempo en responderlas, con sinceridad y sin complejos. Eres tú contra ti mismo, nadie más te juzgará por ello.

Y que después de responderlas, saber dónde te encuentras y a dónde quieres llegar, podrás preparar tu hoja de ruta con los próximos pasos que te gustaría dar.

Pero nada de esto es posible sin una reflexión sincera, una mirada a tu interior donde veas tus virtudes y defectos, lo que tienes y lo que te falta. Es decir, una autoauditoría en toda regla.

El reto de elegir

Antes de responderlas quiero recordarte que en la vida no existen premios ni castigos, tan solo consecuencias de tus decisiones, y que siempre vas a interpretar lo que te pasa según sus creencias o la información que tu procesas.

Y no olvides que las consecuencias de tus decisiones y el aprendizaje que tengas siempre va a determinar y condicionar tu vida de una u otra manera.

Solo conociéndote mejor podrás alejarte de la mediocridad, esa mediocridad que te aleja de la excelencia que llevas dentro, ese talento que solo tú conoces.

Y para recuperar esa excelencia, ese flujo, necesitarás iniciar un proceso de cambio personal. Lo primero es saber quién eres y a partir de ahí entender qué tienes que cambiar para mejorar, y la realidad es que sólo vas a cambiar de verdad cuando te des cuenta de las consecuencias de no hacerlo.

“Estamos condenados a ser libres, porque no elegimos nacer, y una vez que estás en el mundo eres responsable de todo lo que haces” – J.P.Sartre

Tu primer paso para cambiar

Para iniciar ese cambio necesitarás proactividad, energía y constancia. No es una tarea, es una estrategia, es tomar decisiones y dar pasos que afectarán a tu futuro.

Reinventarte no es una opción, es una necesidad, abrazando la incertidumbre, perdiendo el miedo al cambio y ganando tu libertad personal. Esa incertidumbre te dará creatividad y buenas ideas, la semilla para tu libertad.

Te pido ahora hagas un viaje en el tiempo a tus orígenes y recuerdes cómo te educaron, cómo fueron tus primeros años, tu infancia y adolescencia. Haz memoria para recordar conversaciones, lo que te dijeron, lo que aprendiste, cómo pensabas, cómo sentías y cómo te comportabas. Recuperar esos 3 conceptos es importante, son 3 factores educativos que determinaron tu identidad, quien eres hoy, que sin duda existieron aunque en ese momento no los asimilaras:

1- Tu factor cognitivo: cómo aprendiste a pensar

2- Tu factor emocional: cómo aprendiste a reconocer y controlar tus emociones

3- Tu factor moral: cómo asimilaste valores morales básicos, lo que está bien y lo que está mal.

¿Te suena de algo? No te preocupes si no lo recuerdas, seguro que recuperándolos serás capaz de entender mejor lo que te rodea y enfocarte en lo que quieres, sin dispersarte, renunciando a vivir una vida irreal, la que te han impuesto, que tú has aceptado y quizás es ajena a tus intereses.

Elegir y renunciar

A veces en la vida necesitarás el coraje de decir no a muchas cosas para no perder de vista lo que quieres conseguir o lo que quieres llegar a ser. Es fundamental que salgas de tu comodidad, dejes de observarte de forma pasiva y te adentres en una zona de incertidumbre que quizá te inquiete imaginar.

Si tienes miedo es normal, vas por el buen camino porque en cuanto abrazas la incertidumbre, el miedo desaparece. Solo así vas a potenciar tu creatividad buscando soluciones y no excusas.

¿Y qué hago entonces?

Si has tomado la decisión de dar el primer paso para reinventarte, ya has hecho lo más importante, ahora piensa en grande y márcate metas realistas. Para ello te doy estas 6 claves para que las tengas en mente cada día, como un mantra:

1- Trabaja tu autoconocimiento cada día, lee, aprende y comparte.

2- Alimenta tu desarrollo personal haciendo lo que te hace sentir bien

3- Toma conciencia de tu talento y capacidades, practica lo que más te gusta y se te da bien.

4- Mejora tu habilidad de comunicar tus ideas a los demás

5- Gana en imagen y autoestima

6- Créetelo y confía

Para acabar, te pido que te enfrentes a tus circunstancias actuales, profesionales y personales, y que te reserves al menos 30 minutos de tranquilidad sin interrupciones, frente a un papel en blanco, para que te hagas y respondas estas diez preguntas, sólo diez:

1. ¿Qué espera la vida de mí?
2. ¿Hay algo que puedo hacer yo y nadie más que yo?
3. ¿Tengo alguna idea que me encantaría hacer realidad?
4. ¿He dejado de hacer aquello que tanto me gustaba por lo que piensan los demás?
5. ¿Qué es lo que más me importa en la vida?
6. ¿Soy capaz de amar algo o alguien?
7. ¿Qué he hecho hasta ahora con mi vida?
8. ¿Qué quiero hacer a partir de ahora?
9. ¿Dónde quiero ir?
10. ¿Qué puedo hacer para encontrar y seguir mi talento?

Con este ejercicio vas a conocerte mejor, cara a cara, con sinceridad y autenticidad. Espero que te haga pensar.

“Todos tenemos un propósito en la vida, quien tiene un porqué para vivir, encontrará casi siempre el cómo” – V. Frankl

Share via
Copy link
Powered by Social Snap