Llegar al punto en que no sabes qué hacer con tu vida es más común de lo que parece.
Profesionales con experiencia, en sus 30´s o 40´s, que han trabajado duro para llegar a donde están, mucha formación y años de trabajo para acabar en una encrucijada vital, ¿y ahora qué? ¿Qué viene después de esto? ¿Así hasta que me jubile?
Y es ahí cuando empiezan las dudas y preguntas sin respuesta.
Conozco esa sensación de vacío existencial crónico: necesitas algo y no sabes qué es.
Y lógicamente todo se complica si no sabes lo que estás buscando.
Puede ser un nuevo trabajo, un nuevo lugar, una nueva relación o nuevas experiencias.
La búsqueda agota y frustra, pues gestionar esa diferencia de expectativas entre lo que creemos querer y lo que encontramos es difícil, todo está en nuestra mente.
El no saber qué quieres hacer genera ansiedad, preocupación, tensión y a veces miedo, un miedo psicológico a algo que podría ocurrir y que en realidad no está ocurriendo.
Normalmente tú estás en el aquí y ahora y tu mente está divagando por el pasado o el futuro, y eso crea una brecha de ansiedad permanente en tu vida, latente, desde que te levantas hasta que te acuestas.
Puedes tener pequeños momentos de lucidez y paz, de entender la simplicidad de todo, pero pasado ese rayo de luz, vuelves a ese estado de agobio por lo que no controlas.
Dime una cosa, ante la duda de no saber qué hacer, ¿Cuál es tu peor miedo? ¿el fracaso, el juicio de los demás, las expectativas ajenas, o tu propio ego?
Si buscas dentro de ti descubrirás que es el ego el origen de casi todos tus males.
¿Te imaginas cómo sería tu vida si te desapegaras del ego?
¿Te imaginas la claridad y paz que ganarías?
Desapego y aceptación es igual a claridad, la fórmula secreta para descubrir qué quieres hacer con tu vida.
Piensa menos pero mejor, planifica menos y actúa más, cada iniciativa en tu vida es una transformación.
No subestimes el poder de la iniciativa, iniciativa de iniciar, de emprender cambios en tu vida.
El mundo es de los iniciadores más que de los planificadores, así que ante la duda, simplemente hazlo.
Busca en tu interior, desnúdate y observa en silencio, eso es todo lo que eres.
Como decía Marco Aurelio, todo mi ser se compone de cuerpo, espíritu y facultad rectora, es decir, tu capacidad para decidir.
Decidir es elegir, y elegir es renunciar a unas cosas para quedarte con otras, y renunciar duele.
Decidir qué quieres hacer duele, duele porque tienes que elegir y renunciar, pero después de ese dolor está tu libertad, tu congruencia, tu propósito, tu gran porqué.
¿Para qué estás aquí?
Encuentra tu gran porqué, tu propósito, para encontrar tu lugar, tu camino, la razón por la que existes, tu contribución al mundo.
La mayoría de las veces la gente no compra lo que haces, sino la razón por la que lo haces, y ese es tu propósito.
Por tanto, la clave de todo es tu “porqué”.
Y eso lo podemos aplicar tanto a personas como a proyectos personales. Si no tienes clara tu motivación y no hay un propósito detrás de lo que haces, inevitablemente acabarás desmotivado.
Sin embargo, si enfocas tu energía en un propósito, además de hacer realidad lo que te propongas también lograrás vivir de ello a largo plazo.
Las personas con un propósito claro estimulan más su talento, motivándose más a ellos mismos y a los demás. ¿Cuándo fue la última vez que te paraste a pensar cuál es tu propósito de vida?
Lo primero que debes plantearte es si lo que haces, trabajo, actividades o negocio están alineados con tu propósito de vida, tu razón de existir, cómo vas a trascender o por qué te gustaría ser recordado cuando ya no estés.
Y tu forma de vida no sólo debe estar destinada a cumplir tu propósito y generar ingresos sino también a ser útil a los demás.
Vamos con ello intentando encontrar el nexo de unión entre estas cuatro áreas vitales:
- Lo que más te gusta hacer. Todo lo que se te ocurra que te hace sentir bien y feliz, no lo pienses mucho, escribe rápido según te venga a la cabeza. No lo juzgues, no te juzgues, simplemente escribe lo que te apasiona.
- Lo que el mundo necesita. Centrarte solamente en lo que te gusta puede acabar dirigiéndote al egoísmo, pues parte de la felicidad radica en trascender de alguna manera más allá de tu propio beneficio. En el fondo todos buscamos ser útiles a los demás de alguna forma y aportar valor a la sociedad.
- Por lo que te podrían pagar. Además de hacer lo que te gusta y el mundo necesita debes preocuparte también de generar ingresos, para vivir y para crecer. Este baño de realidad es necesario a la hora de hacer encajar estas 4 áreas vitales, pues después de todo tienes que ganarte la vida de alguna forma.
- Lo que se te da bien hacer. Definir esta área vital es más complejo de lo que pueda parecer, pues eres tú mismo el que conoce mejor que nadie tu talento, tus virtudes y habilidades. No sólo las que ya conoces, sino las que puedes desarrollar si te formas adecuadamente. Es importante que no bloquees tus aspiraciones simplemente porque creas que algo no se te da bien o porque alguien te hizo creer eso.
¿Cómo te ha ido?
¿Necesitas ayuda para descubrir tu propósito?
Pues para ayudarte a descubrir qué quieres hacer con tu vida he preparado esta masterclass gratuita donde te voy a contar cómo crear un Plan B profesional basado en tu conocimiento que te de la libertad, independencia y propósito que siempre has buscado.
En esta clase intensa y directa a lo esencial aprenderás 3 cosas:
- Las claves para transformar tu carrera y encontrar tu zona de influencia
- El sistema para convertirte en emprendedor del conocimiento
- El método que te va a generar clientes de forma constante
El objetivo es ayudarte a crear tu plan B profesional y lanzar tu negocio del conocimiento cuanto antes, para que refuerces tu carrera y te vendas como el experto que ya eres en tu tema.