Todos tenemos una idea, o varias, ideas que nos llegan en cualquier momento, ideas que llevamos madurando hace mucho tiempo. A veces las recordamos, otras las dejamos pasar, otras las apuntamos. Lo cierto es que es inevitable que nos den vueltas en la cabeza hasta que nos decidimos a dar el primer paso, ese primer paso que tanto cuesta en el camino de darles forma y convertirlas en un proyecto serio, una startup o un negocio tradicional.

Antes de plantearte el camino a seguir para hacer realidad esas ideas debes preguntarte si esa idea encaja con tu propósito de vida. Ese propósito que te hace levantarte cada mañana y te motiva en lo que haces.

Porque cuando aportas valor a los demás, si trabajas tu idea y tu proyecto pensando en los demás, probablemente te acabará yendo bien, económica y profesionalmente.

La clave es tu porqué, ¿cuál es tu propósito?

La mayoría de las veces la gente no compra lo que haces, sino la razón porque lo haces, y ese es tu propósito, la razón por la que haces lo que haces. Y eso lo podemos aplicar tanto a proyectos personales, a equipos o a grandes organizaciones, si no tienes clara tu motivación y no hay un propósito detrás de lo que haces, inevitablemente acabarás desmotivado.

Si enfocas tu energía en un propósito, además de hacer realidad lo que te propongas también ganaras a largo plazo.

Las empresas con propósito, ya sea una startup, un proyecto aislado o una sucesión de proyectos, generarán más talento y más motivación en ti y en los que te rodean.

Si estoy hablando más de startups que de una empresas tradicionales es porque a partir de ahora hay más probabilidades de que acabes emprendiendo tu idea, solo o con amigos, que de seguir trabajando en una organización tradicional con estructura piramidal, basada en el ordeno y mando y sumido en la monotonía de un puesto que no te aporta más que el sueldo a final de mes.

Por definición una startup es una empresa nueva, innovadora, que va a crecer bajo circunstancias inciertas y cambiantes. Puede ser o no ser digital, puede ser una plataforma, una app u otro tipo de negocio diseñado para sobrevivir en el nuevo mundo VUCA (Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo). Por tanto, las nuevas empresas, organizaciones o startups necesitan líderes y emprendedores creativos, mentalidad innovadora y de crecimiento.

Lo primero a plantearte es si tu idea de negocio está alineada con tu propósito de vida, tu razón de existir, por qué te gustaría ser recordado cuando ya no estés. Y tu idea debe estar destinada no solo a cumplir tu propósito y ser rentable sino también a ser útil a los demás.

Para ello intenta encontrar el nexo de unión entre estas cuatro áreas vitales:

  1. Lo que más te gusta hacer.
  2. En lo que eres bueno.
  3. Por lo que te podrían pagar por hacer.
  4. Lo que el mundo necesita.

Pues bien, el punto en el que confluyen esas cuatro áreas es lo que los japoneses denominan Ikigai, que viene a ser tu razón de ser, el sentido de tu vida. Es el concepto de debes interiorizar como el porqué de tu existencia que muchas veces luchas por encontrarlo y simplemente no lo logras porque avanzas en dirección opuesta a tus intereses.

Todos tenemos nuestro Ikigai, pero para llegar a él necesitamos un profundo autoconocimiento, para después de conocernos mejor poder encontrar nuestro propósito.

El concepto del Ikigai se puede aplicar también a las ideas y el emprendimiento. Conforme vas conectando esas cuatro áreas irás definiendo la dirección que dar a tu idea de negocio, algo que te guste, que se te dé bien hacer, que el mundo necesite y por lo que estén dispuestos a pagarte. Por tanto, para emprender tu idea es importante que encajes estas cuatro áreas con tu motivación.

La motivación y decisión que necesitarás para emprender con un propósito está asociada a un cambio de mentalidad, y ese cambio de mentalidad pasa por estos 8 frentes:

  1. Elige tu propósito y conviértelo en tu idea, tu proyecto de vida.
  2. Reflexiona sobre esa idea, todo lo que te venga a la cabeza, apuntalo, madúralo, dale tantas vueltas como necesites.
  3. Dedícale tiempo, a partir de ahora será parte de tu vida diaria, dale siempre un espacio en tu agenda.
  4. Prioriza esa idea en tu día a día, no solo lo dejes para cuando puedas o se te ocurra. Oblígate a darle el protagonismo se que merece. No olvides que es tu propósito real.
  5. Empieza ya, hoy mismo, no dentro de un mes o el año que viene. Nunca van a darse las condiciones ideales para empezar, y tus excusas para para posponerlo y procrastinar pueden ser infinitas. Es muy importante que te rodees de todo lo que necesites, para que la falta de medios tampoco sea una excusa para ti.
  6. Emociónate. Esa pasión va a alimentarte de energía y motivación, Disfruta de esa sensación y fuerza extraordinaria.
  7. Ten disciplina, transforma la rutina de dedicar tiempo a tu idea en un hábito. Priorízalo sobre otras actividades. La falta de tiempo nunca es un argumento válido para alguien que se propone un objetivo. Convierte ese hábito en tu filosofía de vida. Se trata de que vivas esa experiencia y la disfrutes. No se trata de que te agobies o te sientas culpable si no avanzas lo suficiente.

¿Tienes ya una idea en tu cabeza?

Muchas veces nos encontramos tan metidos en nuestro día a día que la rutina nos bloquea las buenas ideas y nuestra faceta más creativa se va a pagando. Es normal no te preocupes. La parte positiva es que tenemos cantidad de estímulos a nuestro alrededor que nos permiten refrescar continuamente nuestras sensaciones para general nuevas ideas.

Y de todas esas ideas tendrás que seleccionar la que mejor encaje con tu Ikigai, es decir las que te gustan, las que se te dan bien hacer, las que te podrían pagar por hacer y las que el mundo necesita.

¿Estás preparado para idear?

Vamos a empezar por lo que te gusta.

Todos tenemos una pasión, o incluso varias pasiones. Pueden darse de cualquier forma, distracciones, diversiones, hobbies, virtudes o talentos ocultos. Haz una lista de todo lo que te divierte hacer, por categorías, algo así como:

  • Comida
  • Viajar
  • Ver películas
  • Hacer deporte
  • Escuchar música
  • Diseñar
  • Leer
  • Pasear
  • Hablar
  • Soñar

Da igual que sea una lista de solo una cosa o varias, lo importante es tener algo para seguir avanzando y profundizando esa idea que quieres encontrar. Cuanto más avances más probabilidades hay de encontrar tu idea para ese proyecto que podrías emprender.

En mi caso concreto y para que te sirva de ejemplo, a mí me gusta viajar. Viajar me estimula muchísimo, refresca mis emociones, me aporta nuevas perspectivas ante la vida, me hace más tolerante y empático con los demás, me ayuda a entender mejor las necesidades de las sociedades que visito. Empecemos por tanto con el concepto viajar:

  • Viajes
  • Nacionales
  • Internacionales
  • Urbanos
  • Naturaleza
  • De deportes de aventura
  • Culturales
  • En grupo
  • Personalizados

Sigamos profundizando en lo que me interesa, elijamos que me gustan los viajes internacionales, tanto urbanos y culturales como de naturaleza, y que preferentemente estoy buscando experiencias con locales que me enseñen secretos de cada lugar que sólo ellos conocen y que jamás encontraría a través de una agencia de viajes que me ofrece paquetes de avión y hotel.

Ahora encontremos soluciones a ese desafío que he identificado. Algunas soluciones podrían ser:

Solución 1: una aplicación social donde formes grupos con tus amigos y ofrezcas tu experiencia de viaje a gente que quiera unirse.

Solución 2: una agencia de viajes de aventuras en la cual ofreces experiencias que no ofrecen las agencias tradicionales

Solución 3: una plataforma en la cual tu ofreces paquetes de experiencia alternativas y lanzas campañas de marketing al nicho de los que buscan algo así.

Solución 4: un academia que forma a aventureros para que tranrforme su pasión un un negocio de forma que puedan ganar dinero ofreciendo sus experiencias.

Después de pensar en muchas soluciones como esas, me ha llegado esta idea, algo así como una plataforma o aplicación que conecte usuarios aventureros que busquen experiencias de viaje alternativas con usuarios que está deseando compartir las experiencias que conocen y de camino ganar dinero.

¿Sencillo no? Pues esa sería mi solución al problema. Esta plataforma los pondría en contacto y su modelo de negocio serían las comisiones por las transacciones de esos servicios de experiencias a través de esta plataforma.

Bien, pues esto que te acabo de contar fue el proceso de ideación y definición de Welov.Travel, plataforma que hace unos meses lancé con unos amigos y hoy puedes ver su prototipo y probarla en http://welov.travel

Y de esta forma vas repitiendo el proceso una y otra vez hasta encontrar tu idea, definirla y verla hecha realidad.

Conclusión

Sé que tienes una idea, sé que conoces a más gente que podría sumarse a ese proyecto. Todo consiste en que lo organices y desates esa tormenta de ideas para definir ese modelo de negocio que esté conectado con lo que gusta, lo que se te da bien, lo que la sociedad necesita y por lo que estarían dispuesto a pagar.

«Ahora es tu turno. Soñar y pensar es gratis, no lo dejes para mañana.»

Share via
Copy link
Powered by Social Snap