Me canse de mi trabajo: La transición entre etapas profesionales
Todos tenemos 2 etapas en nuestra vida profesional, una primera parte donde aprendemos y exploramos posibilidades, nos equivocamos mucho y todo consiste en una prueba-error continua, y una segunda parte donde finalmente empezamos a disfrutar trabajando con nuestro talento, lo que nos gusta y se nos da bien, una etapa de claridad, propósito, contribución y disfrute.
Y eso significa trabajar libremente y sentir que lo que haces tiene sentido y aporta valor a los demás.
A algunos les lleva unos cuantos años, y a otros les lleva una vida entera.
La clave es saber detectar la transición entre ambas etapas, pues hay profesionales que se pasan la vida en la primera y se jubilan sin probar la segunda.
Y esa evolución profesional es un hito que nos llega a todos en algún momento y que debemos saber identificar si no queremos acabar bloqueados y frustrados en nuestra carrera.
En mi caso tuve que buscar, explorar y probar durante más de 15 años hasta que empecé a ver la luz de lo que quería hacer con mi vida, en grande, mi contribución al mundo, mi legado.
Llegar a ese punto no es sencillo, hace falta un grado importante de autoconocimiento para acercarte a tu propósito de vida.
Pero el proceso para llegar a la congruencia y tomar la decisión de saltar del barco no es fácil, nos da miedo y solemos estar atrofiados después de años zombificados en entornos corporativos.
Créeme que te entiendo, he pasado por eso, dejar un trabajo que no te suma pero que te asegura una nómina no es fácil, suena a frivolidad con la que está cayendo, nadie te entiende y el contexto social no ayuda, sin embargo antes o después debes de ser congruente contigo mismo.
Vamos a elloMe cansé de mi trabajo
Cada vez escuchamos más veces la continua perorata de me cansé de mi trabajo. Sin embargo, el encontrar una vocación con la que demos sentido al desarrollo de nuestra vida es necesario para encontrar la felicidad. Debería de ser un derecho el hayar una vocación que nos haga crecer como persona y que no se quede obsoleta con el paso del tiempo. El pensar que me cansé de mi trabajo tiene muchas aristas, cada cual más decepcionante, tanto para uno como para los demás. Mucha gente, trabaja de algo que no le gusta porque no tiene más remedio que hacerlo, mucha otra sigue por el elevado sueldo aunque este no esté a la altura de la tristeza que le produce trabajar en algo que no le gusta. El me cansé de mi trabajo está a la luz del día, se repite continuamente. Esto puede llevarse a cabo tanto por los puestos laborales mismos que se suelen ofrecer al amplio público y a algunos especializados como por la ausencia de motivación que se encuentra en la mayoría de los trabajadores.
Tener claro hacía donde quiere dedicarse uno desde los primeros años de la adolescencia es una odisea inútil. No es necesario que desde tan temprano tengamos tan rígido el pensamiento de saber qué queremos ser de mayor. Sin embargo, llegará el momento en el que tengamos que decidir cuál es la mejor opción y cuál nos hace sentirnos más plenos para que el día de mañana no tengamos que decir algo semejante a lo anterior. Por eso, es importante conocer cuales son los ámbitos laborales y dejar un espacio de nuestro día a reflexionar el destino de nuestra carrera profesional. Para tanta gente que se encuentra en condiciones desagradables y que no tiene la capacidad o el tiempo de orientarse, el horizonte puede ser gris pero siempre puede haber una pequeña franja en la que el esfuerzo y el tiempo consigan superar tales obstáculos.
El me cansé de mi trabajo complementado con una situación familiar o social responsable puede ser nefasto para la persona. Que no tengamos más remedio que seguir en un puesto cuando este nos destruye es verdaderamente una desgracia. Por eso, el construir nuevas oportunidades, puestos de trabajo y desarrollos empresariales que amplíen más el sector es una necesidad que se hace urgente para los tiempos futuros. Me cansé de mi trabajo es también un me cansé de mí mismo. Lo que tenemos que hacer en ese caso es ver qué porcentaje de nosotros tenemos que cambiar y qué otro calibre de realidad nos reduce al sitio en el que estamos. Para ello, poco a poco, podemos ir cavando en lo real hasta que consigamos que seamos nosotros mismos aquel obstáculo del que dependa realizar un futuro distinto en una profesión diferente.
Si estamos solamente quejándonos y repitiendo incansablemente me cansé de mi trabajo sin dar ninguna respuesta coherente, lo único que haremos será deprimirnos más y más. La valentía, el impulso de innovación y la férrea voluntad de encontrar un estilo que sea más acorde con nosotros, son valores necesarios para que todo esto se consume. No hay que preocuparse cuando la temporalidad sigue un buen ritmo, pero hay que espabilar para que este no se atranque y todo quede en un quiero y no puedo. Recuerda que también es cosa tuya decidir un destino y enfrentarte a las terribles pruebas que lo guardan. La vocación es algo que nace tanto de los ideales como de la práctica, por eso, usa tu tiempo libre para resolverlo y no te quedes en un vacío me cansé de mi trabajo.
Las 5 claves para gestionar tu cambio profesional
Para la búsqueda de esa congruencia te he seleccionado las 5 claves que a mi me han funcionado ante situaciones laborales de cambio:
- Sé tú mismo, la autenticidad es lo primero. Si lo que haces cada día no va contigo, es una señal que volverá una y otra vez hasta que le hagas caso.
- Alinea todo lo que hagas con tu propósito. Todo ha de ir en una dirección, es tu brújula para cuando te desvies del camino. Son muchos los objetos brillantes que te van a distraer, pero tu propósito siempre te va a marcar el rumbo.
- Gestiona tus expectativas, todo lleva su tiempo, y nada sucede de un día para otro. Las expectativas generan una brecha de frustración entre lo que realmente sucede y lo que tú querías que sucediera.Todo está en equilibrio tal como es, acéptalo y relájate.
- Potencia tu zona de genialidad, lo que te hace único, sólo tú lo sabes, ya eres un experto anónimo en tu tema, descubrelo y ponlo en valor cuanto antes, atiende tus fortalezas y olvídate de tus debilidades, céntrate en lo que sí tienes y no te obsesiones con lo que no tienes.
- Planifica menos y ejecuta más. Nos pasamos la vida planificando trivialidades y nos olvidamos de ejecutar lo más importante. Ante la duda, simplemente hazlo, eso es lo más prudente.
Y una vez que alcances congruencia y claridad, necesitarás una hoja de ruta para construir un plan B antes de dejar tu trabajo.
No, el Plan B no es buscar otro trabajo gris aunque la nueva empresa tenga letras de colores. El plan B es crear tu propia forma de vida, vendiendo tu talento, lo que mejor sabes hacer, ayudando a otras personas que te van a pagar por ello, ese va a ser tu negocio del conocimiento.
Un negocio paralelo, simultáneo a tu puesto actual y que refuerce tu marca personal para que seas tú cuando tú quieras el que tome la decisión de dejar ese trabajo que ya no te motiva y no sean circunstancias que no controlas las que te obliguen a quedarse colgado de la brocha.
Lo que yo llamo ser emprendedor 20% dedicando 2 horas al día, todos los días de forma sostenida a ese plan B hasta tenerlo lo suficientemente maduro y consolidado para dar el salto de dejar ese trabajo gris que ya no te aporta nada más que un sueldo.
Los 3 pasos para tu Plan B
Y ese Plan B pasa por alinear 3 conceptos que te van a permitir poner en valor toda tu experiencia acumulada y empezar a vender tu conocimiento cuanto antes.
- Primero ordena y estructura toda tu experiencia y conocimiento acumulado, ese va a ser tu tema, del que ya eres experto aunque aún no lo creas. Piensa en toda tu carrera profesional, tus trabajos, clientes, relaciones y formaciones , todos los libros que has leído. Todo eso va a ser tu tema, extrae de ahí lo que más te motiva de lo que más sabes y que podrías hacer de forma desinteresada.
- Después, una vez que tengas definido tu tema, le vas a dar forma de un servicio que aporte valor a los demás, resolviendo problemas reales de personas reales, con tu conocimiento, esa va a ser tu propuesta de valor.
- Y por último, una vez que hayas validado tu propuesta, la podrás transformar en tu negocio del conocimiento, un plan B profesional real que incluso puedes simultanear con tu trabajo actual, o bien dedicarte a él al 100%.
Pues bien, ese el mi plan para ser emprendedor 20%, construir un negocio consciente basado en tu conocimiento, con un proyecto de vida detrás, un objetivo superior, mucho más grande que ganar dinero, alineado con tu propósito y valores, con tu contribución al mundo y el legado que quieres dejar a los que te rodean.
¿Necesitas ayuda para empezar?
Ahora te toca a ti
Para ayudarte a conseguirlo he preparado esta masterclass gratuita donde te voy a contar los pasos que necesitas dar en tu transición de carrera.
En esta clase intensa y directa a lo esencial aprenderás 3 cosas:
- Las claves para transformar tu carrera y encontrar tu zona de influencia
- El sistema para convertirte en emprendedor del conocimiento
- El método que te va a generar clientes de forma constante
El objetivo es ayudarte a crear tu plan B profesional y lanzar tu negocio del conocimiento cuanto antes, para que refuerces tu carrera y te vendas como el experto que ya eres en tu tema.