El reto de encontrar tu camino profesional

Es probable que alguna vez hayas pensado en emprender algo por tu cuenta, o incluso puede que ya lo hayas intentado y no te haya ido bien. 

Si es así, seguramente sepas que el 80% de los emprendedores acaban abandonando sus proyectos en los primeros años.

Es normal, a muchos nos pasa, a mí me ha pasado también.

Por eso hoy quiero contarte algo de mi experiencia personal como emprendedor y darte las claves para evitar que eso te pase a ti y dejes de formar parte de esa mayoría de emprendedores que acaban tirando la toalla.

¿Pero por qué ocurre esto?

 

Síndrome del fracaso perpetuo

El síndrome del fracaso perpetuo es la impresión de que no hemos alcanzado nada de lo que nos hemos propuesto y que nunca vamos a ser capaces de lograr nuestros objetivos.

Es una sensación continúa de que no se tienen las capacidades suficientes para conseguir algo, aunque la situación sea favorable para el individuo y prácticamente todo este a su favor, al experimentar el síndrome del fracaso perpetuo el más mínimo elemento que quede fuera de control provoca que el sujeto presienta que todo va a salir mal.

La forma de asumir las diferentes situaciones ante un síndrome del fracaso perpetuo va a depender en gran medida de la personalidad de cada uno, así, aquellos que muestran una personalidad más indecisa o inestable tienden a sufrir mayor frustración y negatividad ante situaciones que no pueden controlar del todo, provocando que abandonen tarde o temprano cualquier actividad que comiencen, ya que se ven incapaces para triunfar.

El síndrome del fracaso perpetuo es una patología que impide seguir cualquier fin o alcanzar una meta. En muchas de las ocasiones, se aprecia que estos miedos comienzan de una forma irracional y no objetiva, es decir, es una impresión ilusoria, inventada y falsa.

Lo normal es que, con este síndrome del fracaso perpetuo, el que lo padece, siente que se encuentra en una situación de inferioridad con el resto de sujetos, desvalorizándose y conduciendo a que estos pensamientos terminen en una depresión.

Esto provoca que la persona se sienta constantemente en una situación de decepción, desacierto, desencanto y desilusión con su vida y con todas las decisiones que toma en general.

El síndrome del fracaso perpetuo desemboca en mucha de las ocasiones en que la persona se convierta en un individuo inactivo, depresivo e inmerso en la tristeza.

Esta sensación de síndrome del fracaso perpetuo es terrible para la persona que lo está experimentando y lo convierte en un individuo que pierde el ímpetu y la energía por hacer cosas, lo reprime en la toma de decisiones y llena su mente de pensamientos negativos.

Pese a la dureza de esta vivencia, hay que señalar que el síndrome del fracaso perpetuo tiene solución y su superación es posible.

Lo principal es analizar de donde proviene el síndrome del fracaso perpetuo, cuáles son sus orígenes. En algunas ocasiones nos encontramos que el no alcance de determinadas metas puede deberse a que estas han sido demasiado ambiciosas y no factibles, o que, incluso siendo accesibles, el trabajo realizado para conseguirlas no ha sido el suficiente.

Por ello, para superar el síndrome del fracaso perpetuo, el primer paso es identificar a qué se debe el que no se haya podido alcanzar el éxito y cuales son las principales bases para la planificación de una buena estrategia de actuación y de desarrollo.

Todos los fracasos pueden ser superados, la clave está en buscar el fondo de cada uno de ellos.

Como solucionar el síndrome del fracaso perpetuo

El síndrome del fracaso perpetuo podemos verlo reflejado en aquellos que alguna vez han probado con una nueva idea de negocio o emprendimiento y se ha visto frenados por alguna situación o han fallado.

Esto puede deberse a que, como hemos comentado antes, no se ha definido un plan o acción claramente, los objetivos no están propiamente establecidos o que se quiera emprender sin ningún tipo de propósito, lo que conlleva en el más común de los casos a un fracaso garantizado.

Es importante planificar y establecer un plan contingente en el caso de que las cosas no salgan como previamente se habían pensado, de este modo, un cambio de situación o un posible desajuste no provocará el síndrome del fracaso perpetuo.

Además, es muy importante que en estas situaciones de emprendimiento y nuevas iniciativas nos rodeemos de personas que nos apoyan y nos guíen, pues si estamos en el caso contrario, lo más normal es que tendamos a desmotivarnos y, si no reconducimos esto rápidamente, va a conllevar posteriormente al abandono.

Por ello, es fundamental que cuando se va a comenzar un nuevo proyecto, para evitar el síndrome del fracaso perpetuo, encontremos previamente un motivo superior que nos ayude a impulsar y estimular nuestras acciones para alcanzar nuestro propósito. Esto nos servirá de base motivadora para siempre seguir.

Para no caer en la frustración, en el síndrome del fracaso perpetuo o en la idea de conformarnos con algo que no estábamos buscando y que es mucho menor a nuestras ideas principales, lo primero que debemos de hacer es: establecer una meta clara, dominar ampliamente el área al que vamos a dirigirnos, contar con un ambiente que nos favorezca en nuestro plan y mostrar aptitud para conseguirlo.

En algunos casos, para evitar el síndrome del fracaso perpetuo se recomienda la ayuda de un orientador o mentor que nos guíe y nos establezca las pautas a seguir durante todo el camino.

La principal razón es muy simple: desarrollar una idea, transformarla en un negocio viable y que consiga público que se interese por tu oferta lleva un tiempo hasta que consigue despegar.

Pero también es muy importante que tu principal razón para emprender no sea exclusivamente el dinero, porque si sólo emprendes por dinero y sin propósito, de poco va a importar lo que hagas ya que acabarás abandonando en cuanto las cosas se compliquen.

Igualmente, si te falta claridad, o no sigues un plan o estrategia tendrás problemas cuando las cosas empiecen a torcerse.

Y si además, no eres capaz de hacerlo por tí mismo por falta de conocimiento, hábitos o rutinas, la cosa se complica aún más.

Y si encima estás en un entorno inadecuado o tus circunstancias personales no te ayudan -familia, pareja, etc.- entonces tenemos la tormenta perfecta.

El triángulo del fracaso perpetuo

El triángulo del fracaso perpetuo, que es donde confluyen  3 circunstancias:

  1. Falta de claridad vital y profesional, es decir, no tener plan ni estrategia en tu carrera, fluir con lo que viene a merced de acontecimientos que no controlas con el consecuente victimismo y queja.
  2. Falta de capacidad para cambiar por ti mismo. Es normal, iniciar una transformación sin un sistema paso a paso que te guíe en el camino
  3. Entorno inadecuado, es decir, que tus circunstancias personales no te ayuden. Puede ser tu momento vital, pareja, familia, hijos, salud, o una conjunción de todos ellos.

Aquí puedes verlo de forma gráfica:

Sin embargo, si tienes un gran porqué, una razón superior que te motiva e ilusiona siempre encontrarás esa energía extra que vas a necesitar cuando no se cumplan tus expectativas. 

Para muchos, la principal razón de emprender un negocio puede ser esperar beneficios rápido cuanto antes, y se olvidan de motivos mucho más importantes que el negocio les puede dejar a nivel personal o emocional.

Si te olvidas de ese propósito superior de tu idea, tu razón verdadera para emprender, acabarás buscando cualquier negocio donde piensas que ganarás dinero fácil o seguirás los pasos de algún conocido que hizo algo parecido y le salió bien económicamente.

Emprender solamente por ese motivo es un error.

Y de eso se trata mi propuesta, indagar primero en tu gran porqué, tu tema, para después construir tu propuesta y finalmente tu negocio del conocimiento, sin descapitalizarte, sólo invirtiendo tiempo y conocimientos adquiridos a lo largo de tu vida profesional para ponerlos al servicio de los demás, de tanta gente dispuesta a pagarte por lo que sabes.

¿Y qué puedo hacer para no formar parte de esa mayoría de emprendedores que abandonan?

¿Cómo construir un plan B profesional cuando no sabes por dónde empezar?

Qué hacer para no fracasar como emprendedor

Lo primero es hacerte estas preguntas antes de emprender tu Plan B:

  • ¿Qué es lo que más te motiva a la hora de emprender?
  • ¿Cual es tu tema? ese tema del que podría hablar durante horas o incluso trabajar aunque no te pagaran.
  • ¿Me apoya mi pareja/familia y entorno cercano?
  • ¿Tengo la capacidad y el conocimiento suficiente por mi mismo, o necesito que me acompañe un mentor?

Respondiendo con honestidad estas preguntas evitarás el abandono prematuro por aburrimiento, frustración y cansancio que es lo que precisamente provoca el abandono de muchos emprendedores.

Y además hay 2 condiciones fundamentales que necesitas cumplir para que esto no te ocurra a ti:

  1. Tener paciencia, capacidad de trabajo y perseverancia, y esto depende al 100% de ti.
  2. Ser capaz de idear un negocio del conocimiento, que tenga sentido y tomar las decisiones adecuadas para transformar tu idea inicial en un negocio viable que trascienda, impactando en los demás y resolviendo problemas reales de personas reales, con tu conocimiento.

Y esto último se puede aprender con un sistema que te guíe en los pasos que necesitas para transformar tu tema en una propuesta de valor primero y en un negocio consciente después.

La clave para el éxito de tu idea es tu visión y algo más

Como todo en la vida lo más importante es tener una visión de lo que quieres con un propósito claro y un sistema con los pasos a seguir para conseguirlo.

Y en ese sistema es importante que empieces conociéndote mejor, desde tu situación actual hasta descubrir quién eres realmente y cuál es tu identidad, para después conectar tu talento con tu propósito de vida y utilizarlo para emprender hasta transformar tu idea en un negocio del conocimiento que te permita vivir haciendo lo que más te gusta y te hace feliz.

Y para acompañarte en esta aventura emprendedora he preparado esta masterclass gratuita donde te voy a contar cómo crear un Plan B profesional basado en tu conocimiento que te de la libertad, independencia y propósito que siempre has buscado.

En esta clase intensa y directa a lo esencial aprenderás 3 cosas:

  1. Las 3 claves para transformar tu carrera y encontrar tu zona de influencia
  2. El sistema para convertirte en emprendedor del conocimiento
  3. El método que te va a generar clientes de forma constante

El objetivo es ayudarte a crear tu plan B profesional y lanzar tu negocio del conocimiento cuanto antes, para que refuerces tu carrera y te vendas como el experto que ya eres en tu tema.

Nos vemos en la masterclass.

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