Si alguna vez has intentado emprender alguna de las ideas brillantes que llevas dentro, seguramente te hayas encontrado con la frustración de no conseguir demasiados apoyos para eso, bueno, morales sí, pero económicos no.

Y es precisamente la incertidumbre a un proyecto desconocido lo que en general frena a la gente a comprometerse a apoyarte con recursos de cualquier tipo. Nadie sabe que va a pasar, tan solo esta tú con una idea, unos recursos limitados, y seguramente un plan de negocio que va a empezar a generar gastos sin un horizonte cercano de recuperarlos o al menos empezar a ingresar algo.

Por mi experiencia personal como inversor y emprendedor te aseguro que la gente en general suele dudar de dos cosas:

  1. Que tu idea de negocio sea realmente viable.
  2. Que realmente vayas a ser capaz de sacarlo adelante.

Y seamos sinceros, si ellos lo dudan, en el fondo tú también sabes que tu idea emprendedora podría ir mal y perder los recursos invertidos.

Para intentar disminuir esa incertidumbre hagamos una lista de las cosas que podrían ir mal al lanzar tu proyecto:

  1. Tus hipótesis sobre el mercado, los clientes y el producto que necesitan podrían estar equivocadas.
  2. Otra empresa podría ya estar desarrollando algo igual o mejor.
  3. Podrías no encontrar suficiente financiación a tiempo.
  4. Podrías incluso no ser capaz de reunir un buen equipo, o incluso tu equipo inicial podría romperse cuando empiecen las tensiones.
  5. La velocidad con la que evoluciona todo podría dejar tu idea obsoleta en cualquier momento.
  6. Incluso los consumidores y clientes pueden cambiar de tendencia en cualquier momento y dejar de necesitar tu producto o servicio sin que te des cuenta.
  7.  Quizá hayas valorado en exceso tu producto y nadie se interese por él.
  8. O puede que lo hayas valorado demasiado bajo y el público lo interprete como que estás desesperado.
  9. Puede que tu producto no sea escalable y solo le interese a muy poca gente.
  10. O puede que te dirijas a un mercado demasiado grande y tu propuesta quede diluida en la inmensidad el universo.
  11. Quizá no sepas posicionarlo y venderlo adecuadamente, empieces a escatimar en marketing y crezcas muy poco.
  12. O quizá empieces a gastar demasiado en marketing antes de estar realmente preparado para crecer.
  13.  Puede que simplemente a los clientes no les guste tu producto.
  14. Tu sitio web no funciona o va muy lento.
  15.  Los inversores que han apostado por ti empiezan a impacientarse por no cumplir sus expectativas.
  16. Puede que no tengas buenos mentores ni nadie que te aconseje sobre que decisión tomar.
  17. O puede que algo suceda en tu vida personal y simplemente quieras abandonar tu idea y proyecto.

Cualquiera de estas situaciones puede suceder en cualquier momento, y hasta puede que varias de ellas a la vez. Y la gente que podría ayudarte al confiar su dinero a tu idea también lo sabe. Saben que el coste de ayudarte puede ser muy alto y puede que nunca más vuelvan ver lo que invirtieron.

¿Pero qué puedo hacer?

Como casi todo en la vida, aunque estos riesgos no se puedan evitar al 100% siempre podremos intentar minimizarlos lo máximo posible.

Aquí te doy 4 ideas para esta tarea:

  1. Prepárate para aguantar mucho, a aguantar en el buen sentido de la palabra, templanza, paciencia y sobre todo mucha confianza.
  2. Aprende a pedir ayuda pero no abuses de tus relaciones, contactos, familia y amigos. Todo tiene un límite y ahí está tu sentido común para saber hasta donde puedes llegar.
  3. No te quemes demasiado pronto. Tu proyecto, tu empresa será más parecido a un maratón que a un sprint. No olvides que al principio todo va a recaer sobre ti, sin compasión, así que vete acostumbrando a ello.
  4. Y tampoco quemes a los que te rodean, pues antes o después los necesitarás de verdad y conviene reservar esos cartuchos para las situaciones importantes.

Por último, siempre te quedará como alternativa el intentar lanzar tu startup con tus recursos propios y sin contar con demasiada ayuda externa, es decir tendrás que ser autosuficiente agudizando tu ingenio.

  1. Esta opción también tiene varias ventajas:
  2. Desarrollarás tu creatividad al máximo
  3. Pelearás más por cada detalle como si fuera el último
  4. Y tendrás permanentemente una visión global de la situación del proyecto que de otra manera no tendrías.

Ser autosuficiente te ayudará a enfocarte en lo que es realmente importante y no dispersarte en detalles irrelevantes. Es decir, consuélate pensando que aunque tuvieras el dinero suficiente, éste nunca te aseguraría una buena idea, un buen modelo de negocio o un mejor producto o servicio.

¿Pero, cómo puedo ser autosuficiente?

Ser autosuficiente representa un sobresfuerzo importante, sin embargo te va a permitir alargar el tiempo en el que vas a depender de ti mismo sin tener que dar explicaciones a quien te hubiera aportado capital.

Estos 5 consejos te podrán ayudar a prolongar por más tiempo tu etapa autosuficiente:

  1. Ajusta tus gastos personales, cuanto más estires tus ahorros más tiempo durará tu independencia y libertad.
  2. Aprovecha este proceso para aprender todo lo que puedas y mejorar las habilidades y conocimientos que necesitas para tu proyecto.
  3. Intenta incorporar a un socio que complemente y mejores tus capacidades. Es decir, no te rodees de mediocres solo porque son tus amigos o son los que te van a hacer caso.
  4. Enfócate en vender y generar negocio cuanto antes. Sin ingresos no hay validación de negocio posible, tienes que confirmar que a alguien le interesa lo que ofreces y está dispuesto a pagar por ello.
  5. Sé creativo a la hora de vender tu idea, despliega tus mejores habilidades y muéstrala de la forma más atractiva que puedas.

El siguiente paso

Una vez que hayas aguantado hasta tus límites con la estrategia autosuficiente ha llegado la hora de buscar recursos adicionales, es decir, alguien que invierta en ti y en tu proyecto. Y no te va a quedar otra que buscar esa inyección de fondos si quieres seguir creciendo.

Y solo deberás buscar capital adicional cuando realmente hayas validado tu idea y tu modelo de negocio, ya seáis un equipo de personas que realmente esté funcionado y podáis demostrar que el negocio está creciendo (por poco que sea).

Conclusión

Como consejo final no olvides que conseguir convencer a los demás para que apuesten por tu idea y te ayuden a financiar tu proyecto no es nada fácil. Primero tienes que demostrares lo que vales y el potencial que tiene tu negocio.

Intenta agudizar tu ingenio en las primeras fases para ser autosuficiente todo lo que puedas, y al final, cuando tengas tu idea validada, un equipo formado y seas capaz de generar ingresos, entonces si el momento de vender tu historia con todas tus armas, sin ocultar los riesgos que puede haber pero mostrando toda la pasión y determinación para hacer que tu proyecto será un éxito.

Share via
Copy link
Powered by Social Snap